Capítulo 2: Yozora, el vampiro

Miru paseaba continuamente por el castillo, encontraba pasadizos, puertas corredizas, que no llegaban a ninguna parte y vistosas vidrieras pintadas en la gruesa pared del castillo; las cuales misteriosamente dejaban pasar la cálida luz del sol. Todas las mañanas aparecía sobre su cómoda un vestido nuevo, cual mas elegante que el del día anterior, en el comedor deliciosos y jugosos manjares se exponían esperando que algún inocente las probase. Miru no sabía de la existencia de cualquiera otra persona en el castillo, nunca había visto a quien le tejía aquellos preciosos trajes, tampoco conocía a quien cocinaba aquella magnífica comida, solo sabía de la existencia de otro ser en el castillo, su feroz secuestrador, al que tanto odiaba, el "Señor Yozora".
Miru cada noche miraba por la ventana y observaba como la luna adoptaba un color rojizo, el miedo se adueñaba de su corazón y lo único que podía hacer era rezar para que esa pesadilla acabase, más esta estaba apunto de comenzar. El reloj central del castillo señaló las doce, desde aquel instante la puerta del cuarto de Miru se abrió lentamente dejando ver dos fríos ojos rojos que petrificaron con su mirada al cuerpo de Miru. Yozora sonrió pícaramente y dijo " Buenas noches Querida Miru", acto seguido se avalanzó sobre su yugular saliendo de esta la deliciosa sangre que tanto le gustaba al vampiro, Yozora.